Hay quien sostiene que la diversidad merece la contemplacion antropologica, la mirada benevola que se ha ganado la costumbre por el folklore. Codificada o no, la costumbre no se discute, como le ocurrio a aquel juez que llego a justificar una violacion porque en ciertos lugares hay un condicionante cultural. Y quedo libre. Y tambien el juez. Pero en este programa nos planteamos otra mirada, civilizatoria en su mejor entendimiento. Porque hay costumbres que merecen palos y solamente a palos habran de quitarseles. No vamos a comulgar ni a transigir con el inflapelota, el careta, el forro y el paspado. Cuando la familia falla, cuando la educacion falla, cuando el instinto falla, ahi aparecemos nosotros para poner las cosas en su medida justa y decirles a estos irrecuperables irredimibles que les ha llegado la hora de entender que no queremos escuchar su regueton pelota, que no los queremos en nuestro barrio robandose la sombra ajena de arboles que no plantaron ni barriendo la basura hacia el frente de la casa del projimo. Ni comprension ni dialogo, palazo.
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